viernes, 19 de septiembre de 2008

Resplandece

ABRE LAS PERSIANAS
Lectura:Efesios 5:8-14

¿Has oído del teólogo del siglo XVII, Samuel Rutherford? Tal vez sea momento de resucitar su recuerdo, el cual es una inspiración para la fe. Rutherford, quien era miembro del consejo que redactó la Confesión de Westminster, fue encarcelado por causa de sus creencias. Mientras estuvo en la cárcel, escribió esta carta que nos fortalece el alma, la cual expresaba el gozo que le mantenía firme a través de sus pruebas: «Si Dios me hubiese dicho hace algún tiempo que iba a darme toda la felicidad de este mundo y luego me hubiese dicho que para ello debía comenzar por inutilizar mis extremidades y despojarme de todas mis acostumbradas fuentes de gozo, habría pensado que se trataba de un modo muy extraño de alcanzar Su propósito. Y, sin embargo, ¡cómo se manifiesta Su sabiduría incluso en esto! Por cuanto, si viéramos a un hombre confinado en una habitación cerrada, idolatrando a unas lámparas y regocijándose en su luz, y deseáramos hacerlo verdaderamente feliz, comenzaríamos por apagar todas sus luces y luego abriríamos las persianas de par en par para dejar entrar la luz del cielo». Cuando se nos apaguen las velas que encienden nuestra oscuridad, regocijémonos en que Dios está abriendo de par en par las ventanas cerradas y vertiendo de lleno los rayos de Su amor. Al igual que Samuel Rutherford, «andemos como hijos de luz» (Efesios 5:8). -VCG
VALORAMOS LA LUZ CON MAYOR PLENITUD DESPUÉS DE HABER SALIDO DE LA OSCURIDAD

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