¿Pueden cambiar los homosexuales?
- Ultima modificación (02.08.2005)
La pregunta que da título a esta nota, con demasiada frecuencia, ha quedado postergada. En muchos casos, las personas se han sometido a la idea de que la homosexualidad es genética. En otras situaciones, por la falta de información, realmente no saben qué pensar. En este artículo queremos presentar una palabra sumamente importante: esperanza. Queremos ofrecer esperanza a las personas que luchan con dificultades o sentimientos homosexuales y a sus familiares, y también colocarnos en una postura de misericordia y comprensión para que la iglesia la adopte cuando pastorea a personas que buscan ayuda en tales dificultades.
Hace algunos años escribí una monografía titulada hHomosexualismo: acercamientos cristianos, donde detallé las tres posturas básicas de la iglesia cristiana en cuanto a la homosexualidad: posesión demoníaca, desvío de conducta y estilo de vida alternativo. En general, los cristianos no estamos de acuerdo con esta última posición. 1
En este artículo queremos presentar las causas que llevan a la homosexualidad y las posibilidades de que quienes luchan con dificultades homosexuales logren un cambio. Además deseamos ofrecer una postura que signifique una ayuda pastoral a los que confrontan esta situación en sus circunstancias pastorales.
Hace más de diez años apareció el libro de la doctora Elizabeth Moberley, Homosexuality: A New Christian Ethic, que revolucionó el pensamiento cristiano acerca de la homosexualidad. Después de años de investigaciones y lecturas científicas, especialmente de trabajos publicados sobre este tema, Moberley ofreció una nueva comprensión de las causas de la homosexualidad. Antes, especialmente por la influencia de Freud, se pensaba que el problema residía en la dificultad para relacionarse con el sexo opuesto, inconveniente que vendría de la primera infancia. Moberley desafió esta comprensión y afirmó que la dificultad radicaba en la relación con el mismo sexo, especialmente con el progenitor del mismo sexo. Cuando nace un niño (varón) se enfrenta con algunas tareas emocionales significativas. Nacido del cuerpo de una mujer (su madre) tiene que hdesidentificarsei con ella para identificarse con la figura masculina (su padre). De cierta
manera, podríamos decir que tiene que dar un salto paradigmático a muy temprana edad, un hsalto en el vacíoi, programado por Dios. Debe recibir de su padre el amor, la aceptación y la confirmación necesarios para seguir en su proceso de desarrollo psicosexual según su sexo. Si por alguna razón esto no ocurre, surgen consecuencias graves para el niño, una de las cuales puede ser la falta de madurez emocional psicosexual que lleva a una orientación homosexual. 2 Esta carencia de una relación positiva, íntima y satisfactoria con el padre significa un vacío emocional y
necesidades insatisfechas que la madre no puede suplir porque es un asunto de varones. 3
Muchas circunstancias rompen la relación entre el hijo y el padre, como, por ejemplo: padres violentos que no se acercan a sus hijos con una actitud positiva; padres ausentes, física y/o emocionalmente; hombres que no logran tener una relación físicamente afectiva con sus hijos (muchos porque nunca la tuvieron con su propio padre). Algunos niños piensan inconscientemente: "si ser hombre es ser como mi papá, ¡no quiero ser hombre...i ¿Qué les queda? El vacío de identidad o identificarse con una figura femenina.
Con las niñas puede suceder algo parecido, pero como nacen de una mujer, el proceso de identificación es más sencillo, ya que la misma madre les sirve de modelo. Quizás por esta razón haya una proporción de 25 lesbianas cada cien homosexuales. Si la niña no hace el proceso de identificación con una madre que apruebe y confirme su femineidad, puede sobrevenir en su vida el lesbianismo.
Volvamos al ejemplo del varón. El niño va creciendo con el vacío del amor y de la aceptación que necesita de su padre. Al ingresar en la nueva etapa de la pubertad, la necesidad de amor (paterno) se erotiza, justo en un momento de descubrimiento y experimentación sexuales propios de esa edad. En esa situación el niño es muy vulnerable a un encuentro homosexual. Como dice mi amigo, Brad Sargent, ¡el chico sale en búsqueda del amor de su padre en los brazos de otros hombres! Si siguen los encuentros con otros hombres, el descubrimiento del sexo anónimo, o la ilusión de haber encontrado la hpersona ciertai en la compañía de otro hombre, se establece el patrón de conducta que lleva a un estilo de vida gay. En otras palabras, el joven busca llenar una necesidad emocional con la actividad sexual, por lo que la actividad sexual nunca va resolver el problema.
Sy Rogers, ex presidente de Exodus Internacional North America,4 me comentaba que el ochenta por ciento de las personas que lo buscaban en su ministerio, solicitando ayuda para abandonar la homosexualidad, tenía una historia de abuso sexual en la infancia o adolescencia. Sin excepción, todos eran cristianos. Esto no significa que todas las personas que son abusadas sexualmente serán homosexuales, sino que el abuso sexual contribuye a coartar el desarrollo
psicosexual posibilitando en algunas personas inclinaciones homosexuales.
Por lo que ya hemos dicho, podemos entender por qué las madres no pueden resolver la situación de sus hijos varones. La verdad es que ellos necesitan el amor de su padre, un hombre que los ame y les confirme su sexo. Por esto de nada vale decir: hfui madre y padre de mis hijosi. Quizás las mujeres pueden hacer cosas de padres, pero no logran brindar a los hijos varones el amor de un hombre, que tanto necesitan. Mirando la estructura y la dinámica familiares de nuestra cultura, se aprecia el grave problema que enfrentamos como sociedad. Lamentablemente, la crianza de los hijos (Continuará)
- Ultima modificación (02.08.2005)
La pregunta que da título a esta nota, con demasiada frecuencia, ha quedado postergada. En muchos casos, las personas se han sometido a la idea de que la homosexualidad es genética. En otras situaciones, por la falta de información, realmente no saben qué pensar. En este artículo queremos presentar una palabra sumamente importante: esperanza. Queremos ofrecer esperanza a las personas que luchan con dificultades o sentimientos homosexuales y a sus familiares, y también colocarnos en una postura de misericordia y comprensión para que la iglesia la adopte cuando pastorea a personas que buscan ayuda en tales dificultades.
Hace algunos años escribí una monografía titulada hHomosexualismo: acercamientos cristianos, donde detallé las tres posturas básicas de la iglesia cristiana en cuanto a la homosexualidad: posesión demoníaca, desvío de conducta y estilo de vida alternativo. En general, los cristianos no estamos de acuerdo con esta última posición. 1
En este artículo queremos presentar las causas que llevan a la homosexualidad y las posibilidades de que quienes luchan con dificultades homosexuales logren un cambio. Además deseamos ofrecer una postura que signifique una ayuda pastoral a los que confrontan esta situación en sus circunstancias pastorales.
Hace más de diez años apareció el libro de la doctora Elizabeth Moberley, Homosexuality: A New Christian Ethic, que revolucionó el pensamiento cristiano acerca de la homosexualidad. Después de años de investigaciones y lecturas científicas, especialmente de trabajos publicados sobre este tema, Moberley ofreció una nueva comprensión de las causas de la homosexualidad. Antes, especialmente por la influencia de Freud, se pensaba que el problema residía en la dificultad para relacionarse con el sexo opuesto, inconveniente que vendría de la primera infancia. Moberley desafió esta comprensión y afirmó que la dificultad radicaba en la relación con el mismo sexo, especialmente con el progenitor del mismo sexo. Cuando nace un niño (varón) se enfrenta con algunas tareas emocionales significativas. Nacido del cuerpo de una mujer (su madre) tiene que hdesidentificarsei con ella para identificarse con la figura masculina (su padre). De cierta
manera, podríamos decir que tiene que dar un salto paradigmático a muy temprana edad, un hsalto en el vacíoi, programado por Dios. Debe recibir de su padre el amor, la aceptación y la confirmación necesarios para seguir en su proceso de desarrollo psicosexual según su sexo. Si por alguna razón esto no ocurre, surgen consecuencias graves para el niño, una de las cuales puede ser la falta de madurez emocional psicosexual que lleva a una orientación homosexual. 2 Esta carencia de una relación positiva, íntima y satisfactoria con el padre significa un vacío emocional y
necesidades insatisfechas que la madre no puede suplir porque es un asunto de varones. 3
Muchas circunstancias rompen la relación entre el hijo y el padre, como, por ejemplo: padres violentos que no se acercan a sus hijos con una actitud positiva; padres ausentes, física y/o emocionalmente; hombres que no logran tener una relación físicamente afectiva con sus hijos (muchos porque nunca la tuvieron con su propio padre). Algunos niños piensan inconscientemente: "si ser hombre es ser como mi papá, ¡no quiero ser hombre...i ¿Qué les queda? El vacío de identidad o identificarse con una figura femenina.
Con las niñas puede suceder algo parecido, pero como nacen de una mujer, el proceso de identificación es más sencillo, ya que la misma madre les sirve de modelo. Quizás por esta razón haya una proporción de 25 lesbianas cada cien homosexuales. Si la niña no hace el proceso de identificación con una madre que apruebe y confirme su femineidad, puede sobrevenir en su vida el lesbianismo.
Volvamos al ejemplo del varón. El niño va creciendo con el vacío del amor y de la aceptación que necesita de su padre. Al ingresar en la nueva etapa de la pubertad, la necesidad de amor (paterno) se erotiza, justo en un momento de descubrimiento y experimentación sexuales propios de esa edad. En esa situación el niño es muy vulnerable a un encuentro homosexual. Como dice mi amigo, Brad Sargent, ¡el chico sale en búsqueda del amor de su padre en los brazos de otros hombres! Si siguen los encuentros con otros hombres, el descubrimiento del sexo anónimo, o la ilusión de haber encontrado la hpersona ciertai en la compañía de otro hombre, se establece el patrón de conducta que lleva a un estilo de vida gay. En otras palabras, el joven busca llenar una necesidad emocional con la actividad sexual, por lo que la actividad sexual nunca va resolver el problema.
Sy Rogers, ex presidente de Exodus Internacional North America,4 me comentaba que el ochenta por ciento de las personas que lo buscaban en su ministerio, solicitando ayuda para abandonar la homosexualidad, tenía una historia de abuso sexual en la infancia o adolescencia. Sin excepción, todos eran cristianos. Esto no significa que todas las personas que son abusadas sexualmente serán homosexuales, sino que el abuso sexual contribuye a coartar el desarrollo
psicosexual posibilitando en algunas personas inclinaciones homosexuales.
Por lo que ya hemos dicho, podemos entender por qué las madres no pueden resolver la situación de sus hijos varones. La verdad es que ellos necesitan el amor de su padre, un hombre que los ame y les confirme su sexo. Por esto de nada vale decir: hfui madre y padre de mis hijosi. Quizás las mujeres pueden hacer cosas de padres, pero no logran brindar a los hijos varones el amor de un hombre, que tanto necesitan. Mirando la estructura y la dinámica familiares de nuestra cultura, se aprecia el grave problema que enfrentamos como sociedad. Lamentablemente, la crianza de los hijos (Continuará)
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